Suena el teléfono. Miro en la pantalla y aparece el 125, Recepción.
C: Hola Aurora
A: Carlos, llaman de Granitos El Bordillo preguntando por el jefe de obra de Buitrago, ¿te los paso?
C. Sí, claro.
Normalmente, dentro de la actividad comercial de cualquier empresa de construcción (proveedores, subcontratas...), hay un trabajo de investigación de quiénes han sido los adjudicatarios de los concursos públicos. Una vez consiguen el dato se trata simplemente de contactar con ellos. Nosotros acabamos de ganar un concurso: la restauración del Castillo de Buitrago de Lozoya.
C: ¿hola?
GB: Buenos días, le llamamos de Granitos El Bordillo. ¿Con quién hablo?
C: Soy Carlos García
GB: ¿es usted el jefe de obra?
C: Sí
GB: ¿en la obra hay granito?
(¿?)
C: este...sí, hay granito, claro... Hay que ejecutar un pavimento con adoquines de granito.
GB: muy bien, gracias. Y ¿podría enviarme las mediciones para que le hagamos una oferta?
C: Claro. Sin problema
GB: otra pregunta...¿la obra dónde es?
(¡!)
C: uhm....en....Buitrago....de....Lozoya....
GB: perfecto, pues si quiere le envío un correo y usted me envía las mediciones. Dígame su correo electrónico.
C: no, dígame usted el suyo y ya le envío las mediciones directamente.
Está muy bien ir a contactar directamente a las empresas adjudicatarias de una obra determinada, pero ¿tanto cuesta enterarse de qué va la obra y de dónde es?
Aunque sea sólo para que parezca que te importa.
Aunque sea sólo para que parezca que te importa.
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