Pensemos por un momento qué ocurriría si un día salimos a la calle, como muchos otros, sin mirar prácticamente a nadie. Atravesamos calles o recorremos kilómetros en coche. Entramos en túneles o descendemos hacia los andenes del metro. Pensando en nuestras cosas. Nuestras cosas....Y de repente, en un momento dado, un momento que podría haber sido ése o cinco minutos antes o cinco minutos después, nos fijamos a nuestro alrededor, miramos a nuestros semejantes, y vemos que tenemos caras inquietantemente similares
No hay comentarios:
Publicar un comentario