viernes, 23 de enero de 2009

mi padre se jubila


Hoy voy a realizar un pequeño ejercicio de exhibicionismo.
Mi padre se jubila. Después de muchos años trabajando. Los cuarenta últimos en un laboratorio farmacéutico.
Y ayer se realizó una cena en su honor.
Esta mañana recibí un mensaje de mi madre. Lo enviaba a hijos y parejas.

“Hola cariños todos,

Ahí va un pequeño resumen de la cena de ayer. Estuvo genial, papá un poquillo nerviosillo pero muy contento (hasta tuvo su parlamento y todo). Éramos 14 personas y todos sus compañeros le dedicaron un montón de alabanzas y piropos para el papi, es decir reflejaron en pocas palabras los sentimientos de amistad que todos tienen hacia él. Toni Esteve fue el que más piropos le dedicó, desde excelente colaborador, persona de la máxima integridad y confianza, leal a la familia, humilde, valiosísimo y que le echará mucho a faltar cuando se vaya. De hecho ya le tiró una andanada para que se quedara hasta el día 10 que es cuando cumple los cuarenta años en la empresa aunque el papá se hizo el loco y dijo que sí que irá el día 10 pero a firmar el finiquito. También me dijo Toni en sottovoce que no sabía como le había podido aguantar tanto tiempo..... Luis Muñoz le regaló una escultura en bronce que representa un "Castell" y dijo que esa escultura tenía mucho simbolismo y que reflejaba exactamente lo que el papá ha significado en la empresa. Por lo que se ve esa escultura se la había querido entregar año tras año en una cena que hace su departamento pero el papá se escaqueaba cada vez, así que finalmente Luis ha visto cumplido su deseo.Le han regalado una máquina de fotos preciosa y, un detalle genial y que demuestra muy claramente la estima que le tienen al papá es que Toni junto con su padre y sus tios le han regalado un reloj maravilloso.Luego, como os podéis imaginar, el papá tuvo un detalle con todas las señoras presentes y ausentes y les hizo un regalo, unos collares preciosos, hechos por CRISTINA .... (NENA TUVIERON MUCHISIMO ÉXITO) ....y unos colgantes en plata hechos por Pilar Benito. Ya sabéis que el papi es muy detallista. Bueno cariñitos, esto fue todo, velada maravillosa, emocionante en LA VENTA a los pies del Tibidabo y con todo Barcelona a nuestros pies. Lástima que fue por la noche.
Petonets matutinos a todos”

Esta mañana estaba en Salamanca y M me lo ha leído, estaba con el coche aparcado, pero dentro, y me ha ido entrando, poco a poco, una emoción tan fuerte que finalmente ha saturado mi organismo y ha tenido que salir en forma de lagrimita (la pobre).
Y es que, aunque simple, en estas líneas que hemos recibido esta mañana hay muchísimo de lo que podría explicar de mis padres. Y sobre todo, sobre todo, hay metido el sueño que creo que todos, aunque sea de forma muy íntima, tenemos. El de terminar TODA una vida laboral con el agradecimiento y la valoración de quienes has ido encontrando por el camino. Incluso el de, simplemente y sin buscarlo, ser reconocido. El sueño íntimo de no pasar desapercibido.
La nobleza, la integridad, la lealtad, por ejemplo, son cualidades que cada vez son más difíciles de encontrar. Vivimos tiempos en que será complicado permanecer cuarenta años en una misma empresa. Y vivimos tiempos en que los objetivos personales, incluso las ambiciones, pasan por encima de todo. Es normal.

Pero creo que no debe haber nada mejor que, actuando durante toda una vida de forma coherente, en paz con uno mismo, llegar al final de una etapa con la imagen del aplauso sincero y admirado de la gente con la que has trabajado puesta en pie. Y esta mañana he sentido esa imagen claramente y en toda su dimensión.

Siempre he admirado a mis padres.

Bueno, no siempre evidentemente.
Pero siempre desde que, a cierta edad, dejé de verlos como seres que “siempre están ahí” para pasar a verlos como un hombre y una mujer. Y ver su vida como la de los hombres y las mujeres que tienen que elegir, continuamente, sin haber recibido ningún curso sobre cómo hacerlo y sin ninguna garantía de éxito, sólo con la intución, sensatez y ciertas dosis de suerte.
Y sin pedir nada a cambio. Sin esperar reconocimientos.

Con el tiempo han sido muchísimas las cosas que hemos ido incorporando a lo que compartimos. Y me encanta, por ejemplo, compartir mis amigos con mis padres, y compartir mis padres con mis amigos. Y siempre he sentido que tanto mis amigos como mis padres se sentían cómodos en esos encuentros. Es algo que me hace sentir feliz.

En el correo que mi madre envió esta mañana también hay una gran dosis de amor. Amor de ella hacia mi padre y hacia nosotros, de orgullo, de querer compartir rápidamente. Y eso ha sido siempre así, y eso es lo alucinante. Porque llevan más de 35 años juntos y tienen una complicidad, unas ganas de vivir y de compartir, de viajar, de caminar, de caminar juntos, que emociona. Ahora están terminando una etapa, sólo es eso, y comenzarán otra con la mirada muy clara. Y mi madre es esa persona que reparte juego, que dosifica, que da, que recibe para volver a dar, en una dirección, en otra, una y otra vez, sabiendo cómo está cada quién en cada momento.

Siempre está ahí, en el lugar preciso.
Discretamente, pero SIEMPRE.

Yo he aprendido muchísimo de ellos, y sigo aprendiendo.

Mi padre nació en Salamanca, y llegó en 1968 a Barcelona con una maleta llena de expectativas y sueños. Y era tan grande su sentido común, su integridad y su capacidad de integración…que eso lo hemos mamado en casa. Nunca olvidaré el día en que, serio, nos dijo a sus hijos “a partir de mañana, conmigo hablaréis en catalán. Porque no puede ser que únicamente lo utilicéis en la escuela. Hay que hablarlo en casa también”. Con ese acentito castellano-leonés que siempre le acompaña. Pero puro sentido común.


Hay un montón de cosas que podría señalar, pero bueno, he dicho que el ejercicio de exhibicionismo iba a ser pequeño, de modo que sólo añadiré que, como todos hemos escuchado mil veces, la familia, los padres, no se eligen.
Pero os juro que si hoy volviera a nacer y me dejaran elegirlos, serían ELLOS.
Con los ojos cerrados.

3 comentarios:

Unknown dijo...

Lo acabo de ver... ¡Qué emocionante, qué bonito! Yo me apunto como uno de tus amigos a quien le gustan tus padres. ¡Olé!

Anónimo dijo...

!!!!
alejandro

carlinhos dijo...

Gracias Paloma, siempre preguntan por tí.
Gracias Alejandro!!!!

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