estómago revuelto

En este país (aquí cada cuál que ponga las fronteras donde quiera, que nadie se salva sea cual sea la línea y dónde se ubique) es un enigma lo que mueve el sentido del voto. Desde hace tiempo en Valencia (en la Comunidad Autónoma) venimos comprobando como las imputaciones por casos de corrupciones, o las inclusiones de nombres de políticos en procedimientos abiertos no constituyen ningún tipo de indignación colectiva. No castigan. Al contrario, se les premia con cuatro añitos más de poder y puestos desde donde seguir con el cachondeo. Sonrisas profident y palmaditas en la espalda. Fuegos artificiales. Qué valencianos somos todos. O qué españoles...

O qué catalanes, porque cuando uno se pone a revisar y leer sólo un poquito (vale la pena) lo del caso Pretoria o lo del caso Palau la verdad es que se le encoje el estómago, la comida ingerida sufre un giro provocada por las contracciones de los músculos y amaga con ascender de nuevo hacia la boca. Uno se la tapa porque hay gente alrededor, en otras mesas de la terraza donde uno desayuna. Es domingo y hace sol. Y ya se sabe...

Lo que sorprende (o indigna, que hoy son verbos bastante intercambiables) es volver a comprobar que el peso que estas investigaciones tendrán sobre las próximas elecciones dependerá otra vez del partido, o lo que es lo mismo, del estómago del votante dependiendo del sentido de su voto. Se intuye que a los conservadores no les supondrá demasiado desgaste, ya que el tripartito está tan quemado que la alternativa parece preparada. No vayamos a perder el tiempo con estas memeces, no jodamos...o como dice Alavedra a Prenafeta: "¡Coño! a este niño (Artur Mas) al final no le dejaremos ganar las elecciones si hacemos el burro". No te preocupes Macià...que aquí no pasa nunca nada. Es mucho más importante dónde lleva los niños al cole el President o su acento.

Impresionante el fragmento de conversación entre el conseguidor Luigi y otro personaje de la trama (los dos socialistas, por cierto): "Montilla no nos da nada; lo mejor es que gane Mas y nos darán más cosas". Será por el apellido...tranquilos luigis que ya queda menos...

Convergentes (conservadores) y socialistas chupando del frasco. Da igual dónde esté la frontera. La línea que tracemos. Siempre ha habido clases. A unos les pesará más que a otros. Hablen el idioma que hablen. Norte, Sur, Este u Oeste. Unos dimiten, otros no. Unos pierden votos, otros los ganan. Visca el Barça. I Visca Catalunya!

A mí se me revuelve el estómago igual, y si me saco la mano de la boca la vamos a liar.

Suerte que tengo este blog para desahogarme un poquito...