domingo, 4 de septiembre de 2011

últimos pensamientos

Caminaba perdido por calles que nunca antes había visto. Absorto en mil pensamientos. Ya quedaba menos, y había sido mucho más fácil de lo que había imaginado.
Nada de lo que veía se parecía a lo que creía que iba a encontrar. No veía teatros, ni coches lujosos, tampoco gente sonriendo continuamente, ni muchas luces por todos lados. De hecho se parecía bastante a algunos barrios de Asunción, pero no le importaba, ya tendría tiempo de descubrir todo aquéllo por lo que decidió venir. Pensaba que los primeros instantes en que uno pone pie en tierra extraña son misteriosamente mágicos, y pensaba también que una extraña energía le invade a uno en esos momentos, de cierta invulnerabilidad. Miraba a la gente intentando pensar que veían en él, y se sonreía pensando en lo equivocados que debían estar todos.
No sería fácil, pero seguro que algo encontraría, pensaba, a sus 28 años, mientras atravesaba un descampado que no sabía muy bien adónde le dirigía. Decidió entrar en él porque empezaba a anochecer y debía dormir en algún lugar. Buscaría pensión al otro lado, y si no encontraba siempre podría regresar y buscar un lugar recogido donde pasar la noche.
Empezó de repente un ligero dolor en el abdomen. Hacía tiempo que no comía. Pero el dolor se hizo en pocos minutos más agudo. Mucho más. Como si dentro de él algo hubiera reventado. Su paso por el descampado bajó de ritmo. Se paró. Sudaba. Se palpó. Se sentó. Se tumbó. Se dio cuenta. Se sonrió amargamente. Y allí debieron haberlo encontrado.

No hay comentarios:

site meter