jueves, 9 de enero de 2014

aparejando (47). sobre panamá y otros concursos (y2)


(la primera parte AQUÍ)

En resumen, la documentación con que cuenta una empresa que se quiera presentar a un concurso público se compone básicamente de:
1. el PROYECTO, que incluye una valoración económica (PRESUPUESTO BASE DE LICITACIÓN)
2. el PLIEGO DE CONDICIONES TÉCNICAS
3. el PLIEGO DE CONDICIONES ADMINISTRATIVAS (para demostrar que no tienes deudas con Agencia Tributaria, ni con la Seguridad Social, etc)

Con todo ello, la empresa deberá presentar una oferta en condiciones, habiéndose estudiado muy bien el proyecto, habiendo valorado y calculado un presupuesto acorde al mismo, habiendo pensado la mejor manera de acometer los trabajos, elaborado un planning lo más óptimo posible, una organización de la obra ágil...en definitiva, la empresa deberá realizar un análisis muy intenso para presentar la mejor oferta posible.

O quizás no...

Quizás únicamente se fije en el punto 2 (Pliego de Condiciones Técnicas), y más concretamente en los Criterios de Adjudicación.
Quizás valore que como el presupuesto sólo cuenta 50 puntos de 100 posibles, además con una puntuación que es lineal desde la oferta más baja, y que quizás si quedas en la posición 10ª te puedes llevar 45 puntos, pues tampoco hay que mirárselo mucho. Se mira por encima, se pone una baja al tun tún y listos. Luego ya se sabe, el dinero se pelea durante la obra...
Quizás valore que hay que echar el resto en una buena memoria, en decir que la obra se termina en un plazo imposible, en decir que se invertirá una cantidad inmensa en seguridad y salud y calidad, o que se proponen mejoras por todos lados y a coste cero para el promotor, por supuesto.
La presentación de ofertas se convierte más en una tarea de ingeniería, de cálculo de probabilidades, de asegurar la máxima puntuación al margen de la oferta económica. Asegurar, en suma, 50 de los 100 puntos en juego. Después cuando se abren las ofertas económicas, los otros 50, son más una lotería.

O quizás no...

Quizás las constructoras que se presentan hablen entre ellas, quizás pacten unos precios -hoy por tí mañana por mí- quizás las constructoras hablen con los miembros de la Mesa de Contratación (órgano del promotor encargado de puntuar las ofertas y adjudicar) porque tienen acceso a ellos y les recuerden eso de "esta obra me toca a mí".

Normalmente se presentan las ofertas en 2 sobres: el primero que se abre es el TÉCNICO, y unos días más tarde se abre el segundo, el ECONÓMICO. La razón es muy clara: se pretende puntuar los aspectos técnicos antes de saber la oferta económica, para que no se tenga la tentación de "puntuar mejor" al más barato.
Como siempre, el procedimiento es impecable.

O quizás no...

Quizás ya se sabe de antemano quién hará la obra, por lo que se le darán 50 puntos en la oferta técnica, dándole 40 o 42 o 43 al segundo, para asegurar que sumando la económica se lleve la obra aquél que interesa que se la lleve.
Y quizás, como ocurre en ocasiones, directamente se invierte el orden y con total desfachatez se abre la oferta técnica cuando ya se ha abierto la económica. Entonces ya todo es más fácil para ajustar la puntuación a conveniencia.

Todo esto ocurre en la mayoría de concursos públicos. Para obras de 200.000,00€ y también para obras de 2.000.000.000,00€.
En el caso que nos ocupa, obviamente ha habido mucho trabajo detrás del proceso de concurso. Mucho lobby, mucho pasillo, mucho teléfono, mucho "detodo". Un juego al que han jugado las constructoras, todas ellas (las ganadoras y las perdedoras), y el promotor.
Porque es el promotor, al final, la clave del proceso. El promotor es, o debería ser, quien decide. El promotor es, en definitiva, quien contrata. El promotor decide contratar a una empresa que ha presentado una oferta determinada. Y en este caso, con un 25% de baja sobre el presupuesto base de licitación (deberíais ver las bajas que se presentan en España hoy día y entonces un 25% os parecería poco).

Por tanto, el GUPC (Grupo Unidos por el Canal), los malos malísimos de esta película y encabezados por SACYR, parece que lo que han hecho es intentar llevarse un contrato astronómico. Y para conseguirlo habrán jugado al juego político-lobbista de siempre.
Pero quien ha firmado encima de donde dice Promotor es la Autoridad del Canal de Panamá, cuyo Director es también Ministro de Estado para Asuntos del Canal. Puesto nombrado por el Presidente.
Recordémoslo...
Recordémoslo cuando leamos que es SACYR quien chantajea y los pobres del Gobierno Panameño quienes, héroes patrios ahora, no permitirán chantaje alguno. Hablarán también del dinero del contribuyente, y de otras pavadas más.
Porque recordemos que SACYR, como todas las empresas que participaron en el concurso, sabe que el promotor tiene, porque se lo exige la ley, el total del dinero del Presupuesto Base de Licitación, es decir que tiene ese 25% de baja...
Y que la Mesa de Contratación, en su momento, tuvo la oportunidad de adjudicar la obra a la empresa norteamericana en lugar de al GUPC.
Pero claro, la oferta de los norteamericanos era 1.000 millones superior...

¿Y quién puede resistirse a colgarse la medalla de hacer una obra que cuesta 100 por sólo 75? ¿quién?
Aunque luego termine costando 120...pero ¿y esa medalla, quién puede resistirse a colgársela?

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