miércoles, 25 de febrero de 2009

españa anémica

Como ya he comentado, hace unas semanitas que estoy más en la oficina que en la obra. Ya comienzo a notar síntomas de lobo enjaulado, pero aún aguanto. Todo sea por conseguir obras interesantes...

Desde hace unas semanas, cuando regreso a casa hacia las 19.00 o 19.30h, vengo notando una sensación extraña. Mi viaje desde la oficina (situada en una Alcobendas ya famosa desde el Oscar de Pe) hasta casa transcurre por la carretera de Colmenar -dirección Madrid- hasta llegar a la M-40.

La famosa M-40...

La M-40 es una vía de circunvalación, más o menos circular, alrededor de la almendra o centro madrileño. No es la única, también existen la M-30 (de radio inferior) y la M-50 (de radio superior y que no "se cierra" completamente). Normalmente, en mi viaje desde la oficina a casa, la M-40 suele ir petada...Con el tiempo uno se acostumbra a los atascos. Los controla. Sabe a qué se deben. Son entradas y salidas...incorporaciones de otras vías o carriles de salida que se doblan o triplican. Es un momentito y ya está. Otra vez a rodar. Pero es pesado. Recuerdo que cuando llegué a Madrid no lo soportaba. No soportaba no poder salir, no poder escapar de aquellos embotellamientos. Miraba a mi alrededor y las caras de la gente eran de calma, de sedación, y no entendía por qué. Me sorprendía a mí mismo en ocasiones gritando dentro del coche. Qué imagen...pero así era. Hasta que lo controlas.
Hace tres semanas al salir de la oficina y después de incorporarme a la M-40, sentí que el tráfico iba anormalmente fluido a esas horas. Pensé que en ocasiones ocurría, simplemente, y que no había que buscar nada más. Ninguna razón extraordinaria.

Pero al día siguiente ocurrió lo mismo. Y al otro igual.

Tres días seguidos con tráfico fluido en la M-40 a las 19.00h no es normal.

De noche las vías de circulación rápida parecen como venas o arterias. En el sentido de circulación que uno va todo son lucecitas rojas. Y en el sentido contrario, blancas.
Como glóbulos.
Rojos y blancos.

Pero ahora la M-40 estaba ligeramente vacía, lo suficiente para generar un tráfico de vehículos placentero por fluido.
Una gozada.

Quizás esto es simplemente un síntoma.
Y la causa? No sé...
No sé...
Y si es el paro? Y si el aumento del paro vacía la M-40 simplemente porque hay menos gente que regresa a casa después de trabajar a esa hora...
Una sensación rara recorre mi cuerpo. Sin duda es el paro.
Me siento mal. Me siento mal porque me gusta que la M-40 vaya fluida...
Hay gente que ya no regresa a esa hora a casa, ni desde su oficina, ni desde su taller, ni desde el hipermercado, ni desde ningún lugar de trabajo.

Y me siento mal. Sin fuerzas.
Débil. Qué bajón...
Como si tuviera carencia de glóbulos rojos.

Como si yo formara parte de un organismo anémico.


1 comentario:

Rafa dijo...

Bon dia Carles,

merci pel comentari al bloc!

Bon post el teu també!...però anem a ser positius, ok? Potser hi ha menys gent perque agafen el transport públic (esperem que a Madrid estigueu millor que aquí jeje) o que la gent s'organitza per anar 4 o 5 amb un cotxe i no 1 en cada 1 com abans....esperem que sigui això, no?

La cosa esta fotuda...però que hem de fer...intentar aixecar el cap!!

Una abraçada!!

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