A veces entra la pala y cuesta más de lo que esperabas.
Pero eso no es malo.
Al contrario.
El terreno cuesta más. Está más compacto.
Y no es lo que esperabas encontrar.
Pero eso no es malo.
Al contrario.
No siempre las sorpresas deben ser negativas.
Y llueve y el terreno drena bien.
Y aguanta el corte sin prácticamente talud.
No es lo que esperabas encontrar.
Pero eso no es malo.
Al contrario.
Y nieva, y hiela, y tú estás ya a punto de acabar los muros.
De contención.
Y el terreno aguanta como un jabato.
Más, mucho más de lo esperado.
Pero al final, sólo al final, se oye al terreno resoplar.
Tantos cambios de temperatura y humedad.
Agua.
Frío.
Sol.
Nieve.
Hielo.
Barro...
Basta ya!
Y se cuartea.
Pero tú ya has salido de ahí.
Te ha estado esperando.
2 comentarios:
Iré siguiendo tu blog, Carlos...
gracias Mille. Saludos!
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