sábado, 23 de octubre de 2010

mi madre se jubila...

... de la manera soñada.
¿será que la vida es capaz de ser justa?
¿o será que la vida es justa con quien la mira a la cara con paz y sin miedo...?

Ya están los dos jubilados.
Y no dejo de imaginarlos haciendo planes, uno tras otro.
Y sé que van a disfrutar mucho de su tiempo.
Y lo merecen.
Y veo a mi madre con esa sonrisa que lo llena todo.
Sus ojos. Brillantes.
Y veo ese cabello largo y multicolor que tiñe la vida de los que la rodean y de los que tienen la suerte de cruzarse en su camino, ni que sea una vez, por unos minutos en su vida, de paz y armonía. De optimismo y de sentido común. De tan buen corazón. Y todos nos subimos a sus rizos para jugar, para columpiarnos sabedores que nada puede pasarnos mientras estamos con ella, que cualquier cosa dañina es retenida por ese tamiz hecho de alambre de amor y ternura, que sólo deja pasar buenas vibraciones. Y seguimos jugando en ese jardín, correteando haciendo ver que vivimos nuestra vida, pero sin alejarnos demasiado de ella porque sabemos todos lo importante que es para nosotros seguir encontrándonos con su mirada y su sonrisa.

Y vuelvo a mirar atrás, y me permito otro pequeño ejercicio de exhibicionismo.
Y veo a mis hermanos, a mis sobrinos, a Rebeca, a las parejas que han pasado por nuestras vidas. A las que ahora están y son sus amigas. Y veo la actualidad de mi madre, su complicidad y su camaradería, su inquietud y su hambre de vida. Su savoir faire en todo momento, su apertura de mente.

Y veo la discreción de mi madre, siempre.
Su acompañamiento prudente, en silencio pero observador.
También veo su sufrimiento nocturno, lo veo con mucha claridad porque hoy yo también lo vivo. Las ausencias y los temores. Y su imagen cuando llegaba tarde a casa después de salir por la noche, su imagen digo, caminando por el pasillo hacia el baño, casualmente cuando yo abría la puerta, para saludarme sonriendo "buenos días chiqui, iba al baño"...y mágicamente yo sonreía y tenía sueños dulces, aún ebrios...pero dulces.
Dulce jubilación, mamá.
Dulce!

2 comentarios:

Gemma García dijo...

Precioso. Si creo q la vida, en muchas ocasiones nos da lo sembrado y la actitud cuenta.
Ojalá podamos nosotros tener esa parte de la vida tan importante con quienes queremos... Un abrazo

carlinhos dijo...

Gracias Gemma, un abrazo.

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