miércoles, 1 de diciembre de 2010

aparejando (25). presupuesto

Ayer volví a hacer uno.
Llevo años haciéndolos.
Es necesario para conseguir obras, tanto la reforma de una cocina, de un local, una restauración de un monasterio, una vivienda unifamiliar o un aeropuerto internacional.
El ejercicio trata de lo siguiente: se toma como punto de partida un supuesto futuro (un resultado deseado) y se valora.
No hay más.
Supuesto futuro (pensado en el presente) es algo así como un pre-supuesto.
Oh! presupuesto! vaya...vendrá de ahí su nombre?
Digo yo...porque cuando partimos de un resultado deseado con una serie de datos iniciales (algunos concretos y otros que se suponen...oh! suponer...supuesto...también vendrá de ahí???) pues podemos acercarnos a una valoración económica más o menos ajustada a la real. Y ese ajuste será mayor cuanto mayor sea el número de datos conocidos de inicio (numéricos y gráficos) y cuanto menor sea el desvío final respecto de ellos (o cuanto menor sea el engaño al que nos sometamos a nosotros mismos).
Los desvíos pueden ser por diversas razones, pero para no cansar ahí van dos que son las que normalmente encuentro:
1. los datos iniciales no son del todo rigurosos y se terminan concretando al final
2. el cliente en un momento cambia el supuesto y sustituye aspectos o añade otros nuevos

Los clientes normalmente tienden a olvidar la segunda, tienden a olvidar que en un principio querían algo apañadito, justito, y que fueron añadiendo cosas hasta conseguir lo deseado. O simplemente olvidan que quisieron pagar por un proyecto menos de lo que debía valer y finalmente obtuvieron uno con datos poco rigurosos o insuficientes...
Pero lo de presupuestar no tiene más ciencia.
SUPUESTO INICIAL VALORADO. PRESUPUESTO.
Y listo.
El resto lo hace el rigor y la experiencia que uno pueda o quiera poner al elaborarlos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Carlos, yo solo entiendo el 3º. jaja
Supongo porque me peleé instalandi uno en casa.
:P

Un abrazo!


fredy.

carlinhos dijo...

en ese caso no me cabe duda, pasar por ello es una experiencia casi religiosa.
Abrazo, Fredy! Nuestro jaguar

site meter