sábado, 15 de enero de 2011

emigrante (1)

Cómo puede el corazón resistir tantos reencuentros y tantas despedidas...
Endureciéndose, supongo.
Cómo puede el corazón anticipar los sentimientos...
Por protección, supongo.
Cómo puede un lagrimal secarse...
De tantos reencuentros, de tantas despedidas, y de tanto anticipar los sentimientos, supongo.
Entonces qué hacer...¿dejar de anticipar?¿sufrir?
Es una manera de disfrutar...
Qué complicado.
Nadie dijo que fuera fácil.


(a tod@s l@s que emigran, y que intentan integrarse, y que no saben si regresarán, y que saben que much@s aquí estamos, hoy no sé por qué...pensaba en ell@s)

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