Como normalmente peco de poca voluntad a la hora de continuar lo que inicio supongo que la idea de hacer un blog me parecía una montaña, sobre todo la de ir añadiendo entradas. De modo que este blog no pretende ser nada en concreto, sino todo lo contrario...
viernes, 18 de febrero de 2011
aparejando (28). las encinas también lloran
...o eso parece.
Y aparentemente también sufren, se estresan y pueden llegar a secarse.
Acabamos de cambiar una de lugar. Y no es barato, oigan...
Todo un montaje, cepellón va, cepellón viene. Pero aparentemente las encinas centenarias son muy caprichosas.
Y quién no...con cien o más años. Me imagino que alguien viene a mi casa a esa edad, me saca de ahí y me lleva a otra, a donde esa persona le apetezca... y sería para estresarse, para entristecerse, para dejarse morir.
Como las encinas. Dicen que en caso de traslado mueren en un 90% de los casos.
Pero la estamos cuidando. Mimando.
La paisajista le inyectó nutrientes por vía intravenosa.
Era un globito lleno de nutrientes. Como una pelota.
Parece que el paciente los tolera.
El globito se vació de nutrientes. Las hojas, los brotes, siguen verdes.
Espero que la viejita no se desanime, que siga luchando.
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