domingo, 7 de febrero de 2010

viajar...

Seguramente somos la primera generación que llegaremos a los cuarenta habiendo viajado mucho. Mucho más de lo que nuestros padres habían viajado a nuestra edad. Desde la edad que nos ha dado la gana, prácticamente, hemos podido pagarnos viajes de todo tipo. Y a un montón de lugares que cuando teníamos 15 años parecían el espacio exterior.
México, India, Japón, Senegal, Argentina, China, Egipto, Siria, Brasil, Grecia, Finlandia, Australia...
Cada cual según sus gustos, según las oportunidades, las becas, el presupuesto, las ganas o las inquietudes y circunstancias.
No querría destilar filosofía de reverso de azucarillo, la verdad, pero viajar es un lujo que no sé si acabamos de valorar. De hecho no sé si valoramos la suerte que tenemos los de nuestra generación.
Hemos tenido la oportunidad de "ver" cosas en el lugar donde se producen. Lo que antes se enseñaba o se transmitía a través de los libros nosotros hemos podido tocarlo, olerlo, e incluso interiorizarlo.
Hemos podido trabajar en ONG, hemos podido vivir en países diferentes o muy diferentes al nuestro, hemos conocido a gente de todo el mundo. Y hemos tenido la oportunidad de mantener esas relaciones, cultivarlas y asentarlas a lo largo de los años.
Que Francia, o Italia, o Alemania, o Dinamarca, Marruecos, Canadá o los Estados Unidos sean lugares donde paseamos de forma totalmente familiar, que los hayamos hecho nuestros, que nos sintamos en ellos como en casa, que los reconozcamos y nos reconozcamos en ellos, y que el exotismo del principio deje paso a la normalidad es algo que no sé si hemos asimilado.
Quiero decir...nos gusta, claro que nos gusta vivirlo, experimentarlo, nos gusta vernos ahí, nos gusta sentirnos integrados en el paisaje, pero ¿somos capaces de valorarlo en su justa medida?
No sé, creo que me estoy perdiendo.
Yo he viajado bastante. No sé si mucho. Para muchos habré viajado una barbaridad, para mí menos de lo que deseo.
Y seguiré haciéndolo.
Me encanta.
Pero me refiero a VIAJAR. No ESTAR en los lugares.
Como miembros de una generación que tenemos acceso a viajar como nunca soñaron nuestros padres y abuelos, creo que tenemos la obligación de entender en qué consiste esto del viaje.

He tenido oportunidad, por mi trabajo, de acceder a archivos fotográficos de familias de principios de siglo XX, particularmente de la burguesía catalana. Fotografías preciosas de viajes exóticos, alucinantes. Únicamente al alcance de unos pocos.
Ya no es así.

Yo tampoco sé si he entendido en qué consiste viajar.
Pero lo intento. Lo intento cada vez.
Por eso creo que viajar no es una competición, no se trata de coleccionar postales como quien colecciona cabezas de animales cazados en un safarí.
Y tampoco creo que viajar sirva para confirmar ideas preconcebidas, o prejuicios. O para valorar si tal o cual ciudad es más sucia, huele peor que la tuya o tiene las aceras que dan asco.
O para reafirmarse en la idea de que "como en casa no se vive en ningún sitio".
Tampoco debemos obligarnos a actuar como sociólogos y establecer una idea de la población de un país en quince días y sin saber su idioma.
Nadie nos obliga a movernos, a coger el metro/bus/taxi/coche para ir a un aeropuerto cargados, hacer colas para facturar, colas para embarcar, colas para salir del avión, colas para alquilar un coche, o para llegar al centro de una ciudad...Nadie nos obliga.
Porque no es ninguna competición.
Pero si elegimos viajar, o VIAJAR, creo que debemos ser algo rigurosos. A mí me gusta pensar que lo que veré, o lo que oleré, o lo que escucharé podré transmitirlo a alguien. Llámale padre, madre, amigo, hermano, hijo, hija. Y eso me hace pensar que si puedo y quiero transmitir determinada experiencia, más vale que lo haga con rigor.

Qué menos, coño.

2 comentarios:

Rafa dijo...

Gran post Carlos! He viatjat poc i crec que tens tota la raó...a partir d'ara inentaré VIATJAR amb majúscules! Haviam si aquest estiu aprofito.
Una abraçada!
Rafa

carlinhos dijo...

Ei, Rafel, com va tot? Què bo trovar-te per aquí. Gràcies pel comentari.
Sí, la veritat és que volia dir moltes coses i tenia por que fos un lio el post...però bueno, què bo que t'hagi agradat.
Brindo pels viatges, i pels VIATGES!
Una abraçada.

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