indignándose (15) 20N

Hace cuatro años pensaba así.

Ganó Zapatero.

Han pasado muchas cosas desde entonces. O básicamente una: una crisis de caballo.

Y entre otras cosas nos ha permitido ver con claridad varias cosas:

1. La precariedad de la Unión Europea y la hipopótama lentitud en la toma de decisiones de un grupo de dirigentes a quien se ha visto totalmente superados por algo que no entraba en su guión. Se miran los unos a los otros para ver quién sale a hablar, se encogen de hombros, intentan dar la sensación de saber lo que llevan entre manos pero nada. Ya han quedado retratados. Too late.

2. La voracidad de unos mercados que juegan con el pan de la gente para llenarse los bolsillos. Fondos de Inversión, Bancos, Agencias de Calificación, FMI, BCE que con la complicidad de los gobiernos juegan a las profecías autocumplidas.

3. Que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades, que hemos sido irresponsables, nuevorricos, incautos, que hemos pretendido tener todo lo que nuestros abuelos soñaron en lo material y que hemos terminado dilapidando todo por lo que nuestros abuelos lucharon en lo inmaterial.

4. Que hoy todo se mide en clave global mientras los discursos de los aspirantes a líderes siguen siendo en clave local.

5. Que somos un país provinciano, cuyos ciudadanos luchan de forma individual por abrir su mente, por iniciativa propia, por amor propio, por vergüenza ajena.

6. Que no nos guían aunque nos gobiernen. Y que a veces terminamos guiando sus políticas sin ser conscientes.

7. Que ni Rajoy ni Rubalcaba van a poder hacer nada diferente de lo que ha hecho o dejado de hacer Zapatero en este trance.

8. Que cómo ha cambiado todo...que hace cuatro años me indignaba que siguiera habiendo mileuristas, que gente formada tuviera trabajos precarios, mientras hoy muchos sueñan con tener trabajo y no digamos con ganar mil euros...

9. Que dónde quedaron la negociación con ETA, el ESTATUT, el ABORTO y todos los asuntos que aprovechó el PP para tirar mierda a cualquier política que sonara a reforma, a evolución en la convivencia.

10. Que hoy me indignan muchísimas cosas más. Muchísimas a las que no prestaba atención.

11. Que en tiempos de crisis uno puede aprovechar para formarse, como ciudadano, como profesional, como sea.

12. Que indignación no es sinónimo de pasotismo o de pasividad. Que uno no se indigna si no tiene antes esperanza en una forma de vida determinada, en una forma de convivencia determinada, en una legítima ambición por crecer.

Y que por todo eso y muchísimas cosas más creo que el 20N hay que votar.